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domingo, 24 de noviembre de 2013

Luz en los ojos del tiempo
que marcan las huellas del destino
y todos sus caminos alternativos.



Luz en mis manos.
Sobre ellas.
Y en el extraño recoveco del tramo de mi pantano…
Luz bajo el barro.
Dentro del estiércol.
Luz que exhalo cuando ya no trago el veneno arcilloso del silencio de mis labios.



Luz que se enciende desde el velo oscuro de mis ojos cerrados.
Luz de camino florecido,
aromatizado con espinas que no olvido,
humedecido por los pasos cansados de lo vivido,
abonado por el vuelo continúo.



 Luz bendita que miro.
Luz bendita que bebo.
Luz que respiro…
Mi luz que se atenúa en mis noches sin luna.
Mi luz.
Mis letras.
Mi vocabulario.
Mi voz.
Mi entrega.
Luz, mi única verdadera existencia.



Soy el demonio de todos mis mutismos
y soy el infierno en llama de mis vestigios

Soy la luz que me ciega

y la misma luz que me libera…




4 comentarios:

  1. Hermoso!
    Así es la luz...inspiradora.
    Un abrazo Laura.

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  2. Una Luz que no se desvanece... Precioso.
    Saludos

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  3. Deseo , te deseo, que la maldición de la rueca nunca logre derrotar, en tu regresar, a todo aquello que alimenta la palabra esperanza.

    Felices Fiestas.

    Beso.

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  4. Lady Laura!!! buen dia y que siempre haya luz en tus inviernos y todas tus estaciones tambien.... hoy corro la cortina para que la luz entre por la ventana... y repito tus lineas:
    Mi voz.
    Mi entrega.
    Luz, mi única verdadera existencia.
    GRACIAS...

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