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lunes, 30 de mayo de 2016

Duelo


El cuerpo duele.
No sé si por costumbre o advertencia.
Duele y se quejan los huesos, las venas, los labios, los ojos, la distancia a poca distancia, el meticuloso pensamiento que viene a despertar miedos, queja desde adentro
… duele el cuerpo.





Afuera todo el afuera.
Las manos unidas, los adiós sonreídos y los holas abrazados.
Afuera la enajenación, la desesperación y el amor.
Afuera la canallada, el Otro que crece sin sombras apoyado en mis huesos de cenizas.
Afuera lo bueno adentro lo malo.
Duele el adentro hecho trizas,
desarmado.

Yo y lo malo,
el espejo sin imagen,
las manos atadas,
la capacidad cortada,
el miedo y todos sus túneles
saliéndome por un cuerpo que se deja,
 se me aleja.
Y un derrumbe.

Que es el valor? Valorizar?
Atormentante conceptos que vienen a dejarme sin cuerpo,
dolor en mis gritos que raspan la voz hasta quitarla de mis letras.
Y los ojos son juez que me ven,
son bocas que tiran desde sus dichos hilos atados a mi alma…
hasta romperme,
hasta dolerme,
hasta desaparecerme.

Y la muerte, nuevamente la muerte.
Ese tema pendiente,
esa finitud que tortura y el temor presionando fuerte
sobre el pecho
hasta sacarme desde adentro…
pero qué dentro?
Si no hay existencia no hay dentro,
aunque el infinito hundimiento
en el tedio
deja escalones ocultos por si en algún momento,
hay que doler.
Y duelo. Y temo.

Y grito mis lágrimas mientras me voy ahogando en los pensamientos.

Duelo…
duelo de doler o duelo de lucha por un encuentro?
Duelo, duelen, dolemos, dolencia, demencia.
Ausencias, ausencia, ausente, muerte.
Vivir, sufrir, sentir, morir.
Vivir morir. Existir no existir, morir.

Y la paradoja malévola,
ahora lucho por vivir pero mi cuerpo cuando sonrío recupera desde mi infierno
la posibilidad de un entierro y me aferro
mientras dejo mi cuerpo.
Y ese miedo que voy sintiendo
hormiguea en mi rostro y mas temo.

Así el cuerpo me duele.
Así me voy presentando ante el espejo.
Así me siento para empezar a verme.
Así latiendo.
Así duelo y me sostengo.
Así tiemblo.
Así me veo…

Así me libero o me ato o me enfrento o me mezclo
Así voy existiendo.



3 comentarios:

  1. Se me ha puesto la mirada vidriosa y ausente. Inundas mis sentimientos en pasados ya muertos de recuerdos para hacerte cercana. El dolor exige un remedio pero a veces el dolor trae más y más dolor cuando quizá la sol¡ución sea mas simple de lo esperado...Poco a poco me adentro en tus palabras con dueloe intento cescifrar muchas deudas del pasado no resueltas. Cominenza el invierno en Argentina y a qui ya mismo el verano pero hoy, mi vida es invierno en Argentina.

    Un beso.

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  2. Querida Laura ya te dije ya te digo.

    Tantas veces duele el alma
    tantas veces duele el cuerpo
    tantas veces la atenazan
    la duda, la noche o el miedo
    tantas veces evitamos
    enfrentarnos en silencio
    a los ojos que nos miran
    al otro lado del espejo.
    Y duelen las lágrimas propias
    y duele el dolor ajeno
    y duele el temor a la muerte
    y la duda eterna en el pecho
    y duele el vacío que dejan
    a veces esos recuerdos
    de aquellos momentos felices
    que, para siempre, se perdieron.
    A veces nos duele el alma
    a veces nos duele el cuerpo
    y el dolor que veo en tu rostro
    hoy, a mi, me está doliendo.
    Quisiera ver tu sonrisa
    que me la trajese el viento
    quisiera darte mi abrazo
    quisiera darte mi beso.

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  3. Reescribes el sentido de cada una de tus cicatrices, su espesor, su profundidad, el nombre de quienes escribieron en ti, la textura de las palabras que penetran en cada poro de tu sombra y no te concedes el beneficio del perdón, mientras te aferras al "inri" con el que tu corazón escribe...se escribe y lacera.

    Beso

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