Traductor

domingo, 26 de enero de 2014

Errar

He errado mis caminos y no por eso me siento humana.
He errado mis destinos,
mis pasos en el aire y mis huellas en el fondo de mis huellas y de ellas su fondo y el fondo del fondo.
Tan hondo.
Tanto insomnio.
Tantos pasos sin sueños.
Tantos caminos dichos que terminaron sin destino.

Errar, no hace sentirme más hecha ante el mundo,
aunque aprenda del estar desorientada en caminos que me parecían
praderas abiertas a mi imaginación.
No.
Errar no me hace humana.

Me hace roca.
Me hace coraza.

Me construye puentes hacia mí,
caminos laberínticos que terminan dándome el reflejo de mi lágrima más sangrienta,
más cierta, más concreta.

Que me decida a seguir es otro tema.
Elevar al viento otro flamante lema
o seguir caminando sin paso alguno dentro del desierto
tan fértil, que es mi propio esqueleto…
Huesos hechos tierra.

Equivocar el rumbo
también ha sido una decisión tomada,
aunque la esperanza haya jugado inconscientemente disfrazada como tal.
me derrumbo.
Aunque la confianza sea tan ingenua y no aprenda
aunque las preguntas me acosen en cada silencio…
Equivocar el rumbo
solo depende de mí y así sigue conjugando en pasado y futuro.





Y seguir? Seguir es otro tema.
Seguir se define en renglones a futuro que no planeo siquiera iniciar.



Errar no me hace humana.
Errar me hace vulnerable ante mi propia mentira.

Errar me enfrenta, me provoca, me juzga… me afirma?.
Errar me quiebra por dentro y esos pedazos construyen murallas que me protegen.
Quizá el dolor al quebrarse cada pedazo,
cada parte que grita un estruendo,
 y desde allí se levanta aun más doloroso
una guardia de acero.

Sigo…. Por supuesto que sigo. No me doy el lujo de enviciarme con ser la víctima de mi propio relato, aunque soy mi propio verdugo.

Errar no es huir. Aunque huir muchas veces sea errar.

Sigo sin conjugar siguientes:
Ambulatorios siguientes, que toman posesión permitida para hacer de quien soy forma alguna dentro de lo informal de mí ser. Sigo siendo aunque derrumbada por fuera y con quimeras fortalezas por dentro.

No soy de dar vuelta la página sin opinar qué nació o murió entre las líneas… pero si soy de dar lugar al silencio cruel de cortar el libre fluir del agua o el suave murmullo del viento de la mañana.

Si. Soy asesina de toda naturaleza que cultivé, cuando de irme hacia mí se trate.
Errar me hace tan sicaria e hipócrita que por momentos me desconozco.
Aunque me maltrate
y a la vez me haga lugar dentro de la jaula,
a la vez me doy aire entre cenizas,
me doy respiro,
me acaricio alivio,
me mato mientras me protejo,
me revivo mientras mantengo la mirada fija a mi reflejo.




Cuando errar se hace tan concreto… aprendo. A mí manera conflictiva, pero progreso.