para atraerme
todos los sueños.
Como si mis
manos solo fueran dedos,
dibujando en
el aire las posibilidades que más quiero.
Como si
pisara descalza
los charcos
de lluvia,
corriendo hacia
cualquier lugar
que me
acerque a mi deshielo.
Como si mi
barrilete
golpeara graciosamente
las nubes,
sostenido por
el dedo meñique de mi pie izquierdo.
Como si Yo fuera,
de esa nube, el jinete
galopeando dulcemente
los celajes,
sometiendo la
tormenta al deseo de mis murales.
Como si
soplara bocanadas de aire en forma de calas,
que fueran poblando
mis huellas de jardines sin espinas.
Como si mis
labios dibujaran todas mis posibles alas
y mis pasos
sin temor, edificaran destinos sobre las ruinas.
Sobre la cúspide
del paraíso
hay solo
dos caminos.
Y sobre
esos caminos
hay solo
dos destinos.
Y sobre esos
dos destinos
hay siempre
un doble filo.
Entonces… ¿para
qué
sentarme a
evaluar
si volar o
caer,
si espiarme o florecer…?
Entonces ¿para
qué
tener entre
mis manos
este doble
filo?
Si sangrar
he de sangrar.
Si morir he
de morir.
Si un paso
puede ser el ultimo
el primero,
el segundo, el infinito más finito
de todos
mis mundos.
Como si no
supiera
absolutamente
nada
de todo lo
que sé
y me
desespera…
me animo al
desastre tranquilo de ver mis ojos sin tinieblas.
Como si
este hueco se ahuecara,
pero para
transformarse en mi escalera.
Como si la
grieta me vistiera
cual armadura.
cual burbuja
perfecta.
Como si
fuera la niña que busca
aventuras con
su arco y flecha.
Como si
fuera aquella despeinada
y peleadora
conventillera…
Como si
volviera.
Como si
volviera…
Como si el
cielo por fin lo dibujan mis manos.
Como si el
tiempo me devuelve el presente
que vivía
en pasado, solo para olvidarlo.
Como si estoy,
ahí niña y aquí mujer.
Con tantas
diferencias por fuera
pero tan
exacta al alma
a la mirada
a la
sonrisa,
a las ganas
de ser, cabalgando todos los vientos
y soplando
fuego a quien no me entienda.
Como antes,
mejor que
antes
… Más completa.
Así me paro
ante lo
absurdo,
ante las
posibilidades, las miradas ajenas
las opiniones
y las acusaciones.
¡Así me
paro
para gobernarme!
porque pese
a lo que suceda
conocerme me
edifica perfecta.
Siempre existirán
otros mundos,
otras
celdas, otros cielos, otros marcos, otros laberintos
con ventanas
estrechas…
No habrá en
mí
palabra que
aclare, que guíe, que oriente.
Habrá una
niña de la mano de una mujer,
que ha
vivido su vida de la manera
que mejor
posibilidad le dieron sus vuelos,
sus caídas,
sus infiernos, sus anhelos,
sus recuerdos,
sus culpas, sus derrames,
sus
pérdidas, sus desiertos, sus lamentos…
Sú vida
desde Sú mejor intento.
Aunque quizás
incomode al mundo la decisión
de cómo he
decidido amarme sin mi propia omisión
¡Aquí estoy!
¡Aquí estamos!
Como si
fuera mentira… pero es la acción de mi vida
que ahora
cobra razón.