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viernes, 19 de septiembre de 2014

Y si trago?
Si trago la primera ceca de mi cigarrillo, el alcohol de mis bolsillos,
la saliva de mis ojos, la llama de mi piel, el hueso clavado en mi última costilla?
Si trago todas mis astillas?

Y si me desnudo?
Si parada frente a tus ojos me quito los músculos,
la sangre, la vertiente de mi sexo, la osadía de mis labios,
el esqueleto de mis manos…

Si me quedo sin cosquillas, sin tacos altos,
sin acurrucarnos, sin sabor en mi sed,
sin contracciones en mi piel,
sin estupidez ni inteligencia,
sin colillas acumuladas ni ventanas abiertas?

Y si trago los tragos que dejan los aniquilados en sus vasos de despedida?
Si me tomo todos los restos de silencios que los atragantaron?
Y si trago tu tierra, si me cubro con ella,
si mirando me encuentro perdida?
Y tragando con ojos cerrados me encuentro viva?

Salvaré alguna vida?

Si decides por fin irte de mi lado.
Y ese “por fin” que te propuse me termina matando?
Si decides no tomarme mientras yo suplico otro trago?

Sanarán las heridas?
Las esquirlas de tus manos
sanaran tomando otros golpes y huídas?

Si me trago la primera palabra que empuja al grito
la recriminación el llanto el perdón?

Si me desnudo frenando tu paso.
Si no te dejo lugar prohibido.
Si te doy el ruego desgarrado de mi pecho
antes que mi orgullo siniestro?

Salvaremos nuestra vida?


… no te queda salida.


jueves, 21 de agosto de 2014

Existen

Existen días que se hunden en noches oscuras he impenetrables.
Mañanas que sólo nos devuelven de aquella maqueta de sueños,
un montón de pedazos de cartón mojado,
amohosado
pesado.

Existen rincones en nuestras vidas que se transforman en una habitación que ahoga,
mientras no hay más lágrimas en nuestras venas…
sólo una memoria que interroga
con momentos que avivan las penas.



Pero también existen días nuevos, aunque tarden en llegar.
Detalles pequeños. Flores o aromas.

Existen fuerzas en uno mismo que nos brindan la luz propia,
o viceversa.
Habrá un despertar.

Aunque no despiertes del todo aunque vuelvas a caer…


Existen flores que nacerán de tu piel.



martes, 4 de marzo de 2014

Perdón

Dentro tan adentro no quiero llegarme.
Con saberme la superficie
alcanza para lastimarme.

Lo siento.
Lo lamento.

Dentro tan adentro no quiero reconocerme:
Habrá entonces batallas desencadenadas
como ríos creciendo por los huesos de este esqueleto,
tan seco,
tan áspero,
tan cierto.

Lo siento.
Lo lamento.

Existe aquí y un ahora que no me permito vivir… como la imagen escrita de un dibujo anticipado de aquel deseo postergado pero alcanzado.
Un relato que no canta mi voz.
Una tinta que no escribe el ser de mi razón.

Porque dijeron soy toda razón
es que me equivoco.
Porque dijeron soy quien soy
es que me levanto para hacer de mi figurara
una escultura,
que intenta latir, dar ritmo al pasaje desierto de un seguir
incierto.

Morir para ser.
Ser para vivir.
Vivir para morir…

Lo siento.
Aquí dentro tan adentro que no me encuentro pero me tengo,
la eternidad vale segundos y se van tan aprisa, que
todo tiene un final
aunque la certeza de saberse, sea la fiel medalla lograda,
en la revancha perdida,
en la carrera postergada,
en la larga y eterna entrega a las vidas vividas aunque la vida individual
no exista si no es por el carril de la vida de quien te necesita.

Lo siento lo lamento:
Por dejarme a un lado,
para sentirme más vehemente,
más presente
que en palabras.

Lo siento lo lamento:
Por dar un acabado
al ser que estoy logrando
más inquieto;
que en palabras destinadas a renglones ficticios de proyecciones equivocadas,
de vuelos con un alma llena de letras pero desierta de simbolismos que definen un ser que soy ante un verdadero y real motivo por el cual sigo en pie aunque muchas veces arrodillada.






domingo, 9 de febrero de 2014

Cuando muera.


Despiadada sepultura has de venirme ante mis ojos llenos de lágrimas.


Hoy quita esa maldita y bienaventurada venda de mis ojos
para ver la realidad macabra… realidad amada,
ese maldito esperado trono.


Hoy toca ser ave y gusano andando mis venas,
ser cloaca de mis sentimientos y sueños de mis entrañas
apestadas a mierda.


Hoy toca levantarse sola
porque la soledad es la única que sustenta.


Vedme bienaventurados del amor eterno:
Como os río de vuestro defecto,
vedme tan sencilla y compleja
que ni la soledad me tolera.


Escribir tornillos sobre los brazos sangrientos
para guiar al torrente el cause directo.
Escribir verdades y despellejarme el esqueleto
para que mientras leáis, sepias que
 os sacudo vuestros rostros en forma de repulsión
a mis modos de expresión.


No os detengáis en un comentario ante mis sátiras.
No detengáis siquiera a leer hasta mis ultima palabra.
Os digo en tono de súplica
si no sabéis lo que es amar
entonces tampoco sabréis que el amor
no es eterno.


No vengáis a mi sepultura con flores fresca
Si he muerto
No digáis siquiera la proclama de tu pena por mí.


Si venís
que sea porque el amor se alimenta
de lo que has de dar y lo que he dado
y aún muerta vivo en ti.


No traigáis flores a mi tumba.
Quiero palabras latiendo en vuestra lucha

por no dejarme ir.

lunes, 3 de febrero de 2014

Lazarillos

Ojos que destrozan la calma.
Mirada cerrada.
Callada.
Ahogada.



Ojos ciegos llorando tinta,
derrochando sigilosos cualquier palabra
alojadas en las retinas.


Ojos que elevan las paredes de mis laberintos:
Dolor helminto.
Corinto.
Lazarillo.


 Ojos desiertos pero fértiles al duelo.
Lagunas estancadas
de aguas que corren sin dueño,
de aguas abandonadas.


Mis ojos.
Mi mapa.

Mis ojos,
lazarillos que me conducen
a la perturbación de mi alma.


Mis ojos mi mirada,
reflejo de túneles inundados

por palabras tragadas.


domingo, 26 de enero de 2014

Errar

He errado mis caminos y no por eso me siento humana.
He errado mis destinos,
mis pasos en el aire y mis huellas en el fondo de mis huellas y de ellas su fondo y el fondo del fondo.
Tan hondo.
Tanto insomnio.
Tantos pasos sin sueños.
Tantos caminos dichos que terminaron sin destino.

Errar, no hace sentirme más hecha ante el mundo,
aunque aprenda del estar desorientada en caminos que me parecían
praderas abiertas a mi imaginación.
No.
Errar no me hace humana.

Me hace roca.
Me hace coraza.

Me construye puentes hacia mí,
caminos laberínticos que terminan dándome el reflejo de mi lágrima más sangrienta,
más cierta, más concreta.

Que me decida a seguir es otro tema.
Elevar al viento otro flamante lema
o seguir caminando sin paso alguno dentro del desierto
tan fértil, que es mi propio esqueleto…
Huesos hechos tierra.

Equivocar el rumbo
también ha sido una decisión tomada,
aunque la esperanza haya jugado inconscientemente disfrazada como tal.
me derrumbo.
Aunque la confianza sea tan ingenua y no aprenda
aunque las preguntas me acosen en cada silencio…
Equivocar el rumbo
solo depende de mí y así sigue conjugando en pasado y futuro.





Y seguir? Seguir es otro tema.
Seguir se define en renglones a futuro que no planeo siquiera iniciar.



Errar no me hace humana.
Errar me hace vulnerable ante mi propia mentira.

Errar me enfrenta, me provoca, me juzga… me afirma?.
Errar me quiebra por dentro y esos pedazos construyen murallas que me protegen.
Quizá el dolor al quebrarse cada pedazo,
cada parte que grita un estruendo,
 y desde allí se levanta aun más doloroso
una guardia de acero.

Sigo…. Por supuesto que sigo. No me doy el lujo de enviciarme con ser la víctima de mi propio relato, aunque soy mi propio verdugo.

Errar no es huir. Aunque huir muchas veces sea errar.

Sigo sin conjugar siguientes:
Ambulatorios siguientes, que toman posesión permitida para hacer de quien soy forma alguna dentro de lo informal de mí ser. Sigo siendo aunque derrumbada por fuera y con quimeras fortalezas por dentro.

No soy de dar vuelta la página sin opinar qué nació o murió entre las líneas… pero si soy de dar lugar al silencio cruel de cortar el libre fluir del agua o el suave murmullo del viento de la mañana.

Si. Soy asesina de toda naturaleza que cultivé, cuando de irme hacia mí se trate.
Errar me hace tan sicaria e hipócrita que por momentos me desconozco.
Aunque me maltrate
y a la vez me haga lugar dentro de la jaula,
a la vez me doy aire entre cenizas,
me doy respiro,
me acaricio alivio,
me mato mientras me protejo,
me revivo mientras mantengo la mirada fija a mi reflejo.




Cuando errar se hace tan concreto… aprendo. A mí manera conflictiva, pero progreso.