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viernes, 15 de junio de 2018

Infierno

Un pasillo ubicado como altillo.
Unas paredes golpeadas por el humo acumulado de noches desveladas. Un fantasma.
Un lado todos los lados.
Ramas que van hacia la profundidad de la tierra.
Espinas en las huellas, barro de cenizas y llanto.
Y a lo alto aquello que es lo más bajo.
Y abajo lo incierto dolidamente descubierto.

Rastros de vuelos en forma de arañazos van dibujando palabras que no sé traducir. Hay un ojo y una boca que sangra,
Y ese fantasma que se asusta de mí.
Ese olor, ese hedor que hiere la memoria,
la que brota
desborda
de mis ojos cerrados, apretados, sellados… ignorados.

El tacto de mis dedos toca en la oscuridad el aleteo de alas rotas, ese viento casi grito suspirado, me recorre los poros, anida en mis heridas, supura la esperanza y me deja adormecida.
Mis labios tiemblan tú nombre. Todos tus nombres. Mis pies se hunden en mí pecho buscando tú camino, ahí donde dicen no hay olvido. Y ya no recuerdo,
con mis pies voy metiendo todo mí cuerpo y no te encuentro. Me ahogo en ese silencio, respiro tu ausencia me corto con ella,

El pasillo es estrecho.
Me duelen los huesos mientras me quiebro. Rota el alma roto el tiempo, avanzo con titubeos.
Amanezco, siendo un nudo de añoranzas cubierto por tu falta. Y mis labios tiemblan todos tus nombres, mis uñas rasguñan las paredes, las ramas tragan mis lágrimas, el hedor es aroma que me pega el alma. Y tu voz sigue ahí, a tres pasos de mí pero hoy ya no puedo seguir.



https://youtu.be/kYlKNOH1PNM

1 comentario:

  1. Hermanados por el único cielo al que el corazón se abraza, cielo de versos hechos estrellas y de poemas convertidos en horizonte.
    Eres genial. Un abrazo

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