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sábado, 13 de julio de 2019

Caminito que canto



   Sobre un caminito de huellas viejas
que simulaban un rompecabezas algo borrado,
puse mis huellas nuevas;
de a poco y sin el peso de los pecados,
con saltitos y con el agua de alguna lágrima haciendo chapoteos
(entre piedritas, tierra, hojas y cielo)… voy andando.
Pasos lentos; pasos cortos; pasos a mis antojos, me van llevando.


Sobre un caminito de hierba fresca que nace sobre la que ya no espera,
van mis pies tocando las nubes y mis manos toditas las piedras.
van mis palabras sobre el aire abriendo túneles
y mis ojos sonriendo ante lo que me espera.


Pasos lentos; pasos cortos; pasos firmes me sujetan sobre el andar sin pena.


Algún trasmano dolerá y me abrirá las venas…
Algún traspié quebrará los huesos y creará tormentas…
Algunas palabras se harán negro amargo, mientras se ahoguen en barro estancado…
Y mis ojos cerrados, recordarán el calvario desolado de andar sinsentido
con el espíritu partido, escupiendo aparentes culpables,
señalando dioses y destinos.

Puedo quedarme sentada sobre el camino. Lo tengo permitido.
Puedo quedarme ahí lanzando para afuera
lo incomprendida que me crea… pero nadie, excepto yo
pondrá en marcha el movimiento hacia lo que quiero
que suceda.



Habrá una canción que alojada en el pecho resonará en todo el cuerpo;
(tambores todas las células)
 danzantes estrellas andarán cosquilleando mi estructura entera.
En el camino, en las huellas, en mi mundo que espera…
se hará voz el espíritu y también un acto materia
será una melodía que mueva la tierra hasta que los pies toquen las nubes
(hasta que derrumbe el agridulce que anduve y se ejecute el que me involucre)
Me despertaré despabilada de viejas creencias
y las manos se abrirán paso, entre la maleza de paredes espesas.
Habrá grandes movimientos, aunque sólo se vea
una sonrisa calma, una mano extendida y la otra sobre el pecho mío, como vívida vigía
al acecho eximio, de la sonrisa ajena.



Sobre un caminito ando
(cantando bajito, pateando obstáculos)


Si me ves pasar entre espinas, no te aflijas, me tengo siempre a mano.
Si te ves parado entre espinas, no te aflijas, mi canto te va cantando.



1 comentario:

  1. Sobre el camino,
    de polvo y arena.
    Laura y su invierno
    dejan su huella.

    Pies en las nubes,
    manos en tierra.
    Laura y su invierno
    dejan su huella.

    Agua salada,
    lágrimas secas.
    Laura y su invierno
    dejan su huella.

    Canción que nace
    y en el pecho suena,
    que al invierno aguarda
    y el viento se lleva.
    Sigue buscando,
    no te detengas
    que Laura camina
    sobre la arena.

    Con mi cariño y admiración

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