Cerré la
puerta con tal fuerza
que la
soledad, aquí dentro, se sintió presa.
Temblaron las
ventanas hasta opacarse los cristales.
Y un abrazo
propio cubrió las paredes hasta las rendijas,
cual enredadera de hambrientos animales,
tibia por
dentro hienas por fuera que lastiman.
Cerré el
pecho-la boca-las manos
y las
futuras huellas con tristeza me miraron;
se vieron como
cenizas de lo que podría haber sido.
Sople con
todas mis fuerzas sobre mi nido
hasta que
mi aliento se sintió forastero.
Y mis
labios escribieron
sobre mis socorros
las palabras
hacia mis logros.
Quise quedarme
conmigo, sentada frente a frente con todos los habitantes que me inundan el
ser.
Una reunión
de consorcio repleta de demonios, ángeles, monstruos y algún que otro normalito
silbando bajito, para pasar desapercibido en este motel.
Quise adornar
el lugar con aroma a soledad, color a soledad, combinando los muebles y el
polvillo con el rostro asustado de la Dama que intenta escapar pero a la que
invito con un pucho y algo de vino, y la que sonríe conquistada por mis
ademanes de amiga casi al suicidio.
Quise aislarme
para aislarnos, hundirme para mezclarnos, tomar el veneno mientras respiro el antídoto,
dejar de ver para reconocer. Quise alquilar este cuarto, por hora por años por
tiempo indeterminado, dispuesto para disputar lo que sea que surja de aquí en más…
conmigo y con nadie, con todos nosotros a solas, esa multitud que incomoda.
Y no habrá príncipe
con musculoso ego capaz de atravesar mi propio abrazo.
Ni existe aquí
doncella temerosa a la espera del rescate absurdo camuflado,
porque todos
mis espacios están vacios para únicamente llenarlos conmigo.
Y ante la
mirada extrañada de los que me escuchan reír mientras lloro el conocerme,
bailo y
canto mi locura constructiva,
ellos me
creen poseída,
intentan
conquistarme para pasarmeal mundo que reconocen como real
pero entre
paso y vaso esquivo esa salvación porque es una excusa justificativa que les
adormece en una brutal negación.
Creer que
el amor de a dos, es más natural que el que yo me enamore de esta que soy,
sigan por
ahí que yo me enfrento a mi propio dragón…
Para volar
por el cielo que se me antoje
sin reproches,
sin mentiras, sin horarios, sin amnistías, solo mi genuina osadía.
No habrá
luz que encandile mi mirada para que yo pise otro paso lejos, alejado del que
me sale.
No hay
cerradura ni abertura para intentar llegarme
Seré un
montón de nada acumulada, tierra y rocas apiladas.
Pero dentro
hacia adentro: un sinfín de caminos maravillosos y flores con aromas a bosques.
Con lagos
sanadores y fauna fantástica, con duendes y hadas fornicando mientras hablan
y cruzan
miradas sin tocarse
pero
penetrados, tan adentro, como bajes en las cuevas que me voy conociendo.
Arquitecta de
mi universo para dentro, un hormiguero que retumbe risas y llantos, anécdotas y
recuerdos, mentiras verdades silencios y gritos, apuestas ganadas y mi mal
humor jugando a la rayuela con la buena suerte, mi gente mis mitos.
Hay un
cielo con estrellas que tienen ojos, aquellas miradas que me sostuvieron un
padre; una hermana; un amor imposible; un gato; una flor; un aire que
revolucionó mi cabeza; más gatos; mas amores; una lluvia ligera; una tormenta;
un sol en pleno invierno; un montón de hojas secas bajo mis pies; una niebla
que humedece mi sonrisa; el aroma de mi abuela; la sensación de una caricia.
Y cuando
muera, si es que muero.
Y cuando no
exista si es que la existencia se termina con el último latido.
Habrá un
escrito que dibujará en el recuerdo de quienes me conocieron la verdadera
vereda que los llevaba hacia este mundillo.
Habrá en
sus ojos millones de cuadros pintados por mis locuras
y desde
donde podrán encontrar la estructura total de mi soledad
tan
habitada por mí como por mí misma.
Sabrán que
amar para mí tuvo otro significado,
algunos
refutarán mis teorías otros asentirán en silencio otros quizás y con suerte
prueben su propio veneno para encontrar por fin el antídoto de la vida.
Y muchos
otros lloraran y lloraran
hablando de alguien que jamás conocieron
inventaran
historias para justificar esa hipocresía que los habita
o contaran
desde sus memorias
cosas que
ni se acercan a lo que yo fui en vida.
Ahora entenderán
el por qué
de mi soledad.
Y si existe
un episteme de ego déjenme calmarlo con un beso.
Pero desde
lejos…
Desde abajo…
Desde adentro…
Desde mi mejor
lugar…
Desde mi
verdadero lugar…
Desde todos
mis demonios…
Desde la
oscuridad y la luz siendo barro tierra y cuenco
Porque al
alejarme no me alejo,
no por
encontrarme voy a dejar de dar lo mejor de todo lo que llevo dentro.
Aunque me
llague el alma, mucho de lo que fabrico como ungüento
aquí dentro
saldrá como
besos, abrazos y palabras.
Aunque la erupción
sea sellada…
Callada…
Tapada…
Destinada a
perecer como algo que no fue.
¡No me
quejo, doler hay que doler!
Morir hay
que morir
para aprender
a doler viviendo
y no vivir
doliendo.
Mi ser se está
construyendo a través
de su
historia
lo callado y lo dicho lo olvidado
Lo llorado
lo reído y lo disimulado…
No me hundo
para aislarme
Me construyo
para que lo que decida dar
sea aun más
neutral que la razón y más desquiciado que el amor.
Salud!
Al afuera y
sus nefastas mascaras de apariencia
que ponen
una mentira cual pared para no ver
Salud!
Al afuera y
sus caminos verbales que buscan un consolador de almas desahuciadas
que examinan
desesperadas su razón de ser
No existo
para completarte
mucho menos
para sanarte,
existo para
ser!
O no… pero
es una existencia que tiene que ver conmigo;
Con mi
hormiguero,
no con
luces, ni destinos, ni energías, ni proverbios.
Ni frases
hechas, ni absurdas justificaciones que me alejan:
Me distancian;
Me dan asco;
Me exilio
de ese realismo.
¡Existo y eso es mío!
Una belleza fue descubrirte
ResponderEliminar